martes, 9 de noviembre de 2010

Mapa: Virreinatos

El Monopolio Mercantilista:

A menudo se ha llamado a este sistema monopolio comercial, desvinculándolo totalmente de las teorías económicas vigentes y juzgándolo desde puntos de vista parciales o deficientes.
Fue monopolio en el sentido de que España era el único vendedor y el único comprador, según lo pedían las doctrinas estatistas de los teóricos del mercantilismo.
Contra ese único comprador y vendedor protestaban los países con mercantilismo de flotas y fletes, como Inglaterra y Holanda. Pero Inglaterra era también cerradamente monopolista, ya que según el Acta de Navegación de Cromwell, todo el comercio vino a quedar en manos de los ingleses y en barcos de esa nacionalidad.
El mercantilismo inglés y el francés dieron excelentes resultados en sus respectivos países.

Para América

Inconvenientes: restringió mucho el comercio, encareció enormemente los precios y fomentó el descontento.

Ventajas: Tales restricciones involucraron una ventaja no bien apreciada. La necesidad avivó el ingenio de los americanos: como las mercaderías eran costosas, estos prefirieron elaborarlas en el país.
De ese modo, las ciudades del Interior hicieron surgir una abundante industria manufacturada.
En ese sentido, el monopolio encarecedor fue la mejor incentivación y la mejor defensa de los telares, obrajes, ingenios, talleres, molinos y viñedos, crecidos a la sombra de la necesidad.

Las flotas y los galeones:


En los primeros tiempos se organizaban expediciones sueltas que enviaba cada armador o comerciante; pero el contrabando y los piratas obligaron a las autoridades a formar flotas compuestas por varias naves artilladas que navegaban juntas. A partir de 1573 este sistema de "flotas y galeones" se volvió obligatorio y oficial y todo navío debía ir o regresar de México formando parte de la flota bajo pena de severas sanciones.
Cada año se equipaban en Sevilla dos flotas: una con destino a Veracruz (México), denominada flota de "Nueva España" y la otra a Portobelo (Panamá), llamada de "Tierra Firme" de la que se desvinculaban algunas naves para Cartagena y Caracas: una Quinada Real les servía de protección.
La flota de Tierra Firme marchaban directamente de España a Santo Domingo, licenciaba allí los barcos que se dirigían a Río de Hacha. Venezuela, Margarita, etc. Y seguía con los demás hasta Cartagena y Santa Marta.
De allí, al cabo de un mes, se dirigían a Portobelo, desde donde los productos eran transportados por tierra hasta Panamá, y de allí embarcados para el Callao, donde se separaban los destinados a Chile. Los que debían ser enviados al Alto Perú, eran transportados a lomo de mula, o en carretas, hasta Potosí.
Los comerciantes del Río de la Plata iban a proveerse a Potosí, pasando por Jujuy, Salta y Córdoba. Los productos llegan así a Buenos Aires después de larga peregrinación, muy recargados sobre su valor primitivo.


Poco tiempo después de la llegada de los galeones, los comerciantes de la América del Sur llevaban sus productos a Portobelo, para ser cambiados allí por los artículos manufacturados. En este último puerto la flota esperaba las mercaderías, que a lomo de mula atravesaban el istmo de Panamá, punto en donde la Armada del Mar del Sur había dejado los productos recogidos en Valparaíso, Callao y Guayaquil.
Portobelo era, pues, el emporio del comercio sudamericano. Ambos convoyes cargados con esmeraldas de Nueva Granada, perlas de Margarita, tabaco, cacao, etc. de Venezuela, minerales de Nicaragua, metales preciosos del Perú y de Méjico y sus respectivas flotas defensoras, volvían a Cádiz.
El cargamento de los buques se efectuaba en España, por comerciantes de Sevilla y Cádiz, con la intervención de la Casa de Contratación, la que indicaba qué artículos y qué cantidad debían embarcarse; los productos que de retorno debían llevar y las escalas que tenían que hacer.

La Creación de la Real Audiencia de Buenos Aires:

Buenos Aires había tenido una Real Audiencia entre los años 1661 y 1671. Tuvo una existencia breve "por falta de trabajo".
Salvo ese lapso de diez años, todo asunto concerniente a la Real Audiencia era dirigido al de Charcas.
En cuanto se creó el virreinato se consideró de absoluta necesidad la erección de una Audiencia en Buenos Aires. Los informes de Cevallos decidieron al Rey establecer en Buenos Aires una Real Audiencia, con cuatro oidores presididos por el virrey (1783). Se le asignó jurisdicción sobre las intendencias de Buenos Aires, Córdoba del Tucumán, Salta del Tucumán y Paraguay.

La Organización Militar.
La defensa militar, tanto terrestre como marítima, del inmenso territorio americano, estuvo a cargo, en un comienzo, de una Junta de Guerra, función que pasó más tarde a los respectivos Ministerios de Guerra y Marina, creado por los Borbones.
En un principio, la seguridad se limitó a las ciudades y sus alrededores, así como a lo largo de algunas costas; más tarde se establecieron "líneas de fronteras" mediante el emplazamiento de fortines que delimitaban el dominioespañol del indígena.
Estas guarniciones permanentes eran defendidas por cuerpos de caballería – blandengues –armados de lanza y carabina.

La defensa territorial americana estaba confiada a los cuerpos de veteranos o de líneaprocedentes de España, así como también a las milicias locales.
En las ciudades principales había un comandante de armas y otras autoridades militares de menor categoría.

La defensa marítima la realizaban flotas de pesados galeones. Tres grandes armadas zarpaban  de la Península y escoltaban a los buques mercantes que venían a América hispánica: la del Mar del Norte, la del Mar del Sur y la de Barlovento, que patrullaba las cercanías de las islas de las Antillas y protegía la flota que surcaba los mares de las regiones.

Los Nuevos Organismos de Gobierno:

La tendencia a la centralizaciónpolítica y administrativa se manifestó claramente durante el siglo XVI bajo Carlos I y Felipe II;pero estos monarcas consideraban que el "oficio de rey" debía respetar el derecho y los fueros.
La monarquía francesa suponía que el rey estaba sobre el derecho en virtud de su origen divino, lo que dio lugar a un absolutismo doctrinario cuya consecuencia inmediata fue la supresión de los organismos consultivos intermedios, que fueron reemplazados por secretarias o ministerios.
El siglo XVIII marcó la rápida declinación de las tradicionales institucionesamericanas y del propio Consejo de Indias. Los Cabildos perdieron buena parte de las prerrogativas.
Se manifestó principalmente a través de la creación de las "Secretarías" o "Ministerios", que reemplazaron poco a poco a los Consejos.
En 1714, Felipe V,organizó la Secretaría del Despacho Universal de Marina e Indias, que tenía autoridadsobre todos los asuntos americanos. Posteriormente se crearon nuevas Secretarías, como la de Gracia y Justicia, Hacienda, guerra, Comercio y Navegación, etc.
El Real y Supremo Consejo de Indias perdió casi todas sus atribuciones, éstas pasaron a las Secretarías y a los funcionarios metropolitanos.
Muchos de estos funcionarios fueron mal vistos en Indias.

La Reorganización Administrativa:
La división de América en virreinatos, capitanías generales y gobernaciones implantada a mediados del siglo XVI se mantuvo casi sin alteraciones hasta el siglo XVIII.
Con todo razón, los Borbones resolvieron implantar un nuevo esquema administrativo que respondiera a la realidad de este siglo y tambien a los problemas internacionales derivados de la política expansionista asumida por Inglaterra a partir del tratado de Utrecht.



La Marca de la Esclavitud:

Desde los tiempos coloniales americanos, el legado africano dejó marcas culturales ondas e ineludibles quizá como recompensa justa de la marca física que muchos hombres y mujeres llevaron de por vida.

El siglo XVII y XVIII conoció el afluente de esclavos africanos a los principales puertos coloniales. Primero, como solución al problema demográfico indígena pues los europeos (y luego sus descendientes criollos y peninsulares) pretendieron que los aborígenes cambiaran sus hábitos de la comunidad indígena autosostenible a la estancias, haciendas o rancherías donde trabajaban para ampliar las arcas y los beneficios comerciales de sus explotadores, de sol a sol. Obviamente, la combinación de los malos tratos, enfermedades, problemas alimenticios, y la mala adaptación de la mano de obra a diferentes tipos climáticos y a los trabajos forzados, diezmaron a las comunidades indígenas que estuvieron casi a punto de desaparecer. Los terratenientes necesitaban una mano de obra de respaldo que tildaban de “más rentable y resistente”.

Segundo, con las Reformas Borbónicas, los mercados coloniales latinoamericanos tienen una apertura significativa al comercio exterior, y necesitan diversificar sus exportaciones, a la vez que “importan” ciertos objetos manufacturados y de lujo para sus “clientes más distinguidos”. Entre los objetos de lujo, estaban los esclavos africanos.

La trata negrera se convirtió en uno de los negocios coloniales más rentables de los opresores, y aún así, no dejaba de ofrecer pérdidas: debían alimentarlos, vestirlos, evitar las fugas, y los robos (de otros comerciantes). Para evitarlo, los patrones marcaban al rojo vivo a sus esclavos como si fueran animales. Eso se llamó la Yerra Humana o Carimba. Esas marcas eran de diferentes tamaños e inscripciones, e indicaban a quien pertenecía el cautivo, según el libro de actas o registros de las autoridades coloniales de cada región o jurisdicción. La carimba, sin dudas, fue la extensión de los conceptos de propiedad y posesión, muy comunes en la época.
Indiferentemente de que trabajaran en las plantaciones, las labores domésticas, o fueran liberados (manumisiones), debían llevar esa marca de por vida, como si fueran artículos seriados. Hubo que esperar mucho tiempo para que las sociedades americanas rompieran con sus esquemas denigrantes y discriminativos, debido a que se manejaban con rígidos sistemas de castas, que establecían pisos o escalones étnicos regulados por lazos de parentesco o relaciones socioeconómicas. Afortunadamente, ninguno de esos esquemas, ni posteriores formas discriminatorias pudieron parar el legado africano en el propio mundo cultural de aquellas sociedades que lo rechazaron.

El comercio negrero

En un principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos pero la legislación española se planteó muy pronto la solicitud de dicha práctica e hizo que se importaran personas esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades, especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.
la cifra de esclavos africanos transportados a América sería de un millón en el siglo XVI, tres millones en el XVII y durante el siglo XVIII llegaría a los 7 millones, permitiendo una enorme acumulación de capital de cara al desarrollo del capitalismo

Este incremento en el comercio negrero fue acompañado, en la mayoría de los casos, por una fuerte ideología racista: los negros eran considerados seres inferiores, asimilados frecuentemente a animales, sin siquiera poder ser considerados sujetos de derecho y por lo tanto considerados, jurídicamente, como cosas. Aunque especialmente, el debate estaba inicialmente en si los individuos de raza negra tienen alma humana, puesto que en caso afirmativo esta actividad sería considerada ilegal por la Iglesia, lo que llevó a un fuerte movimiento para afirmar que los sujetos de raza negra no tienen alma. En el caso de los indígenas de América se había decidido que tienen alma por lo que no se les podía esclavizar. De hecho era costumbre en muchas plantaciones explotar al esclavo bajo severas condiciones hasta su muerte, pues salía más barato comprar nuevos esclavos que mejorar sus condiciones de vida.

Consecuencias de una relación desigual:
Para América:

En muchas regiones sirvió para reemplazar a la mano de obra indígena, que fue diezmada durante la conquista y colonización o que no se adaptaban a las condiciones de trabajo en determinados rubros como, por ejemplo, las plantaciones de azúcar y la producción de tabaco, por solo citar dos ejemplos. América del Norte se vio muy conectada y favorecida económicamente con el aporte de mano de obra esclava. No hay que perder de vista que, cuando hablamos de comercio, no se trata solo del comercio local sino de las posibilidades que se abren a partir de la importación y exportación de un país a otro y de un continente a otro.

En cuanto a la abolición de la esclavitud y la trata:

Cabe reflexionar que, si bien alguna parte de las sociedades europeas (influidas en el siglo XVIII y XIX por los filósofos franceses, algunas corrientes protestantes británicas y el papado) pudieron tomar conciencia del genocidio que se vino efectuando durante cuatro siglos (en sentido filosófico y moral), otros sectores pudieron percibir que, dado el grado de madurez a que habían llegado las relaciones productivas, a partir fundamentalmente de los cambios operados por la revolución industrial, el esclavismo iba dejando de ser rentable bajo esas condiciones. Era necesario cambiarlo por otra forma de sometimiento, como el colonialismo, con el cual países como Inglaterra, pudieran colocar sus productos manufacturados en nuevos mercados como África, y frenar el avance de potencias como Estados Unidos y Rusia. También los cambios operados en las plantaciones, en las que se van a empezar a utilizar maquinarias en reemplazo de mano de obra esclava, van a influir en el sentido antes mencionado.

Las Intendencias:

Las intendencias son unas circunscripciones territoriales extenas de origen frances que fueron creadas en el año 1785 durante el reinado de las Dinastia Borbon o Francesa, como reemplazo a los suprimidos Corregimientos. Las intendencias eran gobernadas por un funcionario colonial llamado Intendente designado por el Rey, las Intendencias se subdividian en Partidos a cargo de funcionarios llamados Subdelegados. En total en el Virreinato del Perú luego de las Reformas Borbonicas, existieron 8 intendencias con 56 partidos:


  1. Intendencia de Lima
  2. Intendencia de Trujillo
  3. Intendencia de Tarma
  4. Intendencia de Huamanga
  5. Intendencia de Huancavelica
  6. Intendencia de Cusco
  7. Intendencia de Arequipa
    Intendencia de Puno
  8. El proposito de la implementacion de las Intendencias fue la centralizacion de la administacion para obtener una mayor eficiencia en la recaudacion de los impuestos. Los intendentes a diferencia de los corregidores demostraron mayor honestidad y preparacion en sus funciones.
  9. Facultades de los Intendentes: 

Politicas: Eran los jefes de gobierno en sus circunscripciones.
Judiciales: Administracion de la justicia local.
Economicas: Fiscalizacion y recaudacion de los tributos.
Militares: Encargados de suministrar abastecimientos a los contingentes militares alojados en sus territorios.