jueves, 28 de octubre de 2010

La llegada a España de Felipe V

La noticia de la muerte de Carlos II el 1 de noviembre en Madrid[8] [9] llega a Versalles el 6 de noviembre. El 16 de noviembre de 1700, Luis XIV anunció en el tribunal español, que acepta la voluntad de su primo, hermano y sobrino. A continuación, se presenta a su nieto, de diecisiete años, a la Corte con estas palabras: «Señores, aquí el rey de España». Entonces le dijo a su nieto: «Pórtate bien en España, que es tu primer deber ahora, pero recuerda que naciste en Francia, para mantener la unión entre nuestras dos naciones es la manera de hacerlos felices y preservar la paz de Europa».
Tras el evento, todas las monarquías europeas, y el imperio español, reconoce al nuevo rey. Felipe V dejó Versalles el 4 de diciembre. Llegó a Madrid, en el 22 de enero de 1701. Pero después de unos meses de reinado, los errores políticos se acumularon:
  • En febrero de 1701, Luis XIV, a petición del Consejo de Regencia español, envía tropas francesas junto a las guarniciones españolas de los Países Bajos Españoles, en la frontera con las Provincias Unidas, instaladas de acuerdo a un tratado bilateral firmado en 1698;
  • Los franceses se establecieron en los altos cargos en Madrid y la nueva forma de orientar la política española.
Aunque la mayoría de los países aceptaron al nuevo rey, el Emperador Leopoldo se negó a hacerlo, al considerar que el Archiduque Carlos de Austria, su segundo hijo, tenía más derechos al trono. Poco después, Luis XIV, reconocía que los derechos sucesorios a la Corona de Francia de su nieto segundogénito, el nuevo rey de España, permanecían intactos. A pesar de que la posibilidad de que Felipe heredara el trono francés era remota, ya que el hijo de Luis XIV, el Gran Delfín gozaba de una excelente salud, y el hijo de éste y hermano mayor de Felipe, estaba también en edad de reinar y casado, la perspectiva de una unión de Coronas de España y Francia bajo la Casa de Borbón, pilotada desde la corte de Versalles, era temida por el resto de potencias. Ante esta situación, Inglaterra-Escocia, las Provincias Unidas (ambos países bajo la autoridad de Guillermo III de Inglaterra, Rey de Inglaterra y Escocia y estatúder de las Provincias Unidas), y los Habsburgo austríacos, firmaron en septiembre de 1701, el Tratado de La Haya. Previamente, el rey francés había establecido una alianza formal con el elector de Baviera en el tratado de Versalles de marzo de 1701,[10] y en septiembre de 1701, Luis XIV logró que Felipe V se casara con María Luisa Gabriela de Saboya, que se convertiría en su mayor apoyo en los difíciles momentos que pronto tendrían lugar; ya su hermano, el duque de Borgoña se había casado con la hermana de María Luisa, con lo que  el matrimonio de las dos hermanas con dos hermanos iba dirigido a lograr una alianza con Saboya y a facilitar la entrada francesa en Italia.

Francisco de Miranda

Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez (n. Caracas, 28 de marzo de 1750 – m. San Fernando, Cádiz, 14 de julio de 1816) fue un general venezolano, considerado como precursor de la emancipación americana del Imperio español; conocido como «El Primer Venezolano Universal», «El Americano más Universal» y con el nombre abreviado de Francisco de Miranda, fue el creador de la idea de Colombia como nación y combatiente destacado en tres continentes: África, Europa y América.
Viajó durante gran parte de su vida participando en conflictos armados al servicio de diversos países, entre los que destacan tres guerras a favor de la democracia: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución francesa, acontecimiento del que fue protagonista destacado, por lo que le fue otorgado el título de Héroe de la Revolución, y las Guerras de Independencia Hispanoamericana.
Aunque fracasó a la hora de poner en práctica sus proyectos, su ideal político perduró en el tiempo y sirvió de base para la fundación de la Gran Colombia y sus ideas independentistas influyeron en destacados líderes de la Emancipación como Simón Bolívar y Bernardo O'Higgins .
Su nombre está grabado en el Arco del Triunfo en París. Su retrato forma parte de la Galería de los Personajes en el Palacio de Versalles; su estatua se encuentra frente a la del General Kellerman en el Campo de Valmy, Francia.

Reformas Administrativas

Para conocer el significado de “Reforma Administrativa” y todo lo que ella implica, primero es necesario definir lo que se quiere reformar. Es decir, debemos definir a la Administración Pública: “es una organización que el Estado utiliza para canalizar adecuadamente demandas sociales y satisfacerlas, a través de la transformación de recursos públicos en acciones modificadoras de la realidad, mediante la producción de bienes, servicios y regulaciones.
Este concepto de administración publica nos muestra lo diverso que es esta “organización”, en el sentido de que incluye en su seno diferentes espacios y especialistas que se ocupan específicamente de una tarea, y que su interdependencia hace muy difícil establecer que se debe reformar y que no, y por ende realizar una reforma administrativa no es tarea de unos pocos, sino que abarca a todo el conjunto de ella y también a la sociedad como destino final de los “output” que ella produce.
No solo en la administración pública hay instituciones. Hay algo dentro de ella que las mueve. Ese motor son las personas, mejor dicho los “funcionarios” que en su conjunto conforman la burocracia, y es esta burocracia la que se desenvuelve, cumpliendo su función impulsada por valores, patrones de conducta, emociones, sentimientos, intereses, etc.
En cuanto a la reforma administrativa, podemos decir que es un proceso de
transformación del aparato burocrático del Estado en sentido pleno.
 
Objetivos de la Reforma Administrativa:
 
La reforma administrativa abarca dos grandes ámbitos de acción: el estrictamente administrativo y la economía política de la administración pública. Tener en claro estos ámbitos es de suma importancia para entender los procesos de reforma administrativa, sobre todo porque ésta suele presentarse como un paquete de técnicas administrativas y de medidas que buscan incrementar la eficiencia. Sin embargo, es un asunto sumamente político que afecta el balance de poder entre diversos actores (empleados públicos, secretarios de Estado o ministros, legisladores y altos funcionarios de la administración

pública central, agencias, grupos de interés y ciudadanos). De acuerdo con Martner (1984),
los propósitos u objetivos que persigue la Reforma Administrativa son:
 
1. La reforma administrativa es un proceso de cambios permanentes, no un solo acto
de modificación legal.
2. La reforma administrativa no es en sentido estricto un proceso para la
modernización, dependiendo del sentido de la modernización que se pretenda.
3. La reforma administrativa busca una racionalidad dirigida o focal.
4. La reforma administrativa no busca sólo la eficiencia por sí misma, sino un cambio
significativo en el aparato gubernamental.
5. La reforma administrativa es un proceso multidisciplinario, donde participan
diferentes especialistas en ciencias sociales
6. La reforma administrativa pretende incidir en los sectores estratégicos del gobierno.
7. La reforma administrativa es un proceso de cambios graduales y selectivos, en
sectores estratégicos del gobierno.
 

Siglo XVIII: Reformismo Borbònico

jueves, 21 de octubre de 2010

Biografía: Túpac Amaru

José Gabriel Condorcanqui o Quivicanqui revolucionario peruano, descendiente de los incas (Surimaná, 1741 - Cuzco, 1781). Era el cacique de Surimaná, Tungasuca y Pampamarca, bisnieto de Juana Pilco-Huaco, la hija del último soberano inca, Túpac Amaru I (ejecutado por los españoles en 1572). Se educó con los jesuitas de Cuzco e hizo fortuna en negocios de transporte, minería y tierras. Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar una rebelión contra las autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares) estalló por el descontento de la población contra los tributos y prestaciones obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas, obrajes, repartimientos, servicios…) y contra los abusos de los corregidores. Comenzó con la ejecución del corregidor de Tinta, sin que al parecer existiera un plan premeditado de insurrección. Condorcanqui adoptó el nombre de su ancestro (Túpac Amaru) como símbolo de rebeldía contra los colonizadores, se presentó como restaurador y legítimo heredero de la dinastía inca, y envió emisarios para extender la rebelión por todo el Perú. No obstante, su rebeldía se dirigía contra las autoridades españolas locales, manteniendo la ficción de lealtad al rey Carlos III. El primer destacamento enviado a reprimir la rebelión fue derrotado por Túpac Amaru en 1780. Se dirigió entonces hacia Cuzco, pero fue rechazado por los españoles en las inmediaciones de la antigua capital. Entretanto, el virrey Agustín de Jáuregui mandó contra él un ejército de 17.000 hombres, al tiempo que desalentaba la rebeldía haciendo concesiones a los indios (como crear en la Audiencia una sala especial para atender sus quejas o limitar los poderes de los corregidores). Túpac Amaru fue vencido en la batalla de Checacupe (1781), entregado por algunos de los suyos a los españoles, y trasladado por éstos a Cuzco, donde le juzgaron y ejecutaron.
La gravedad de la amenaza que esta rebelión había representado para el imperio español en América se tradujo en la crueldad del virrey, que descuartizó a Túpac Amaru y envió cada parte de su cuerpo a un pueblo de la zona rebelde para dar a la ejecución un valor ejemplarizante y sofocar la rebelión (que continuó algún tiempo más, encabezada por un primo y un sobrino de Túpac Amaru).